Cuatro días entre montañas, aire que oxigena el alma, tranquilidad,
animales silvestres, un lugar difícil de describir pero encantador. Entre
Cataluña y Aragón se levantan los Pirineos imponentes y preciosos, con un cielo
azul deslumbrante, donde solo los trazos de las nubes en forma lineal o
geométrica tienen permitido distraer al viajero del paisaje. Un pequeño
santuario entre 6ºC-10ºC para escapar del calor Murciano en el verano.
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