Y la segunda salida de ese final de primavera fría que tuvimos, como mamá y sanitaria, fue a Riopar. Nacimiento río Mundo, Albacete, más lejos, un día más. Igual de entretenido y divertido. Miles de caídas con miles de abrasiones, pero sin más seriedad. Y más relajado, pues cuando conseguía que en mi cabaña reinase el silencio, dormía del tirón. Aunque siempre hay niños madrugadores...
2 comentarios:
Veo que te has animado a empezar! Gracias Soni, sería imposible sin ti! BAU
Hala, Sonia!! No sabia que dominabas el arte de la cetreria. Siempre me sorprendes!
Pura.
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