Cuando te cuentan lo maravilloso de una película o de un libro suele pasar que nuestra imaginación sobrepasa toda realidad…y aparece la decepción. Pero con Venecia no fue así. Por mucho que me advirtieran de su belleza, lo que sentí al verla, al descubrir sus rincones, al atravesar sus canales o al escuchar a los gondoleros…superó cualquier posible anticipación. Es la magia no descrita de Venecia.
1 comentario:
Subidas a las 23:59, joer manda güevos, pero ante el evidente caos informático que he detectado a mi alrededor (no me extraña que el Selene se nos atragante, jejeje) creo que mañana aceptaremos de buen grado vuestras fotillos... ufff que estréssss. Eso si, cuando las mande a revelar no le cojo fotos ni a Diossssssssss BAU
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