A veces necesito alejarme yo sola y respirar, no dar explicaciones, resetearme. París me abrazó muy fuerte para que no me cayera. Me permitió reír y llorar, perderme, conocer gente, dejarme llevar... y se quedó con algunas cosas que ya no podía llevar encima. Puede que haya sido mi viaje más íntimo y uno de los más divertidos. Éstas fotos probablemente no tengan mucho sentido, salvo para mi!! Y no, no entré a ver el Louvre, fue mucho más escatológico...
1 comentario:
Esta foto es de Amsterdam... a mi no me engañas... BAU
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