Budapest es el rincón ideal del viejo
continente para disfrutar de la grandiosidad y de la cultura, de la belleza y
del romanticismo, íntimo y cosmopolita a un tiempo, impregna al viajero de
matices de luz, de música y de magia. Indescriptible es la imagen que invade la
retina cuando al oscurecer y desde la ventana del hotel en Pest se acrecienta
el alma con las luces del vetusto Puente de las Cadenas mientras se divisa, al
otro lado del bello Danubio azul, erguido y sublime, el Castillo de Buda… que
parece vigilar la noche para que podamos sumirnos en el sueño de haber vivido
su aventura.
3 comentarios:
Muchas gracias Manolo, buenas fotos y sentido el texto! BAU
Yo he visto tus fotos y además de muy chulas, estabais tan contentos!
Besos
Las vistas son preciosas. Me parece muy divertida la foto del barco-bus. Esperas todo el tiempo un naufrágio que no se produce. Pura.
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