En efecto, la ciudad del amor. Nada más fácil que enamorarse de sus calles y de su aroma a café recién hecho, de su río y de sus islas, de la tranquilidad de sus paseos y la alegría de los campos elíseos, que sin duda, sin no estas allí, es difícil de imaginar...
Tampoco olvidare la grandiosidad del sagrado corazón y la impresión al subir a la Torre Eiffel por la noche…
Me lleve una grata sorpresa con Paris, ya que me la imaginaba bonita pero no me imaginaba llevarme esa sensación tan buena de la cuidad del amor...
Tampoco olvidare la grandiosidad del sagrado corazón y la impresión al subir a la Torre Eiffel por la noche…
Me lleve una grata sorpresa con Paris, ya que me la imaginaba bonita pero no me imaginaba llevarme esa sensación tan buena de la cuidad del amor...
No hay comentarios:
Publicar un comentario